jueves, 26 de marzo de 2009

tu nombre


"el día que escribas algo que te lleve a mi... dedícamelo... "

Sonó como una sentencia. El martillo repiqueteó en mi cerebro, sus palabras en eco, el silencio del chat se transformó en una letanía...

Algo que te lleve a mí.
Hace mil años de eso, no he vuelto al blog donde nos tropezamos. Suena a excusa, a mil nuevas rotondas en la carretera del pueblo al que regresas, a kiosko desnudo en la esquina del callejero. Visitamos los mismos barrios, compartimos bloque. Creo que hasta usamos el mismo ascensor.

Pero no encuentro la calle que me lleve a tí.

Y escribo algo que me situe, escribo una barca. Una barca que te navegue el silencio nocturno. Escribo una declaración que te cambie de apellido para huir conmigo de la gasolinera donde reposté la última noche. Seis preguntas no son demasiadas; escribo un paso, un billete de avion que me lleve a un pedazo de lienzo, checking online maestro de arte.
Vuelve, llévame a orillas inesperadas de críticas implacables, me blindas, me filtras, menos impuro, abierto a tí.

Tu nombre en una barca. Tu nombre a un puerto, un amarre, un taxi. Tu nombre impreso en rótulo direccional a la península, mi único enlace a tierra: mi crítica, mi blindaje, mi filtro menos impuro, mi piel abierta a tí...

Algo que me lleve a tí... Un viaducto funcional para circular: tu nombre helado de chocolate

Eso me dijiste. Ahora te lo dedico, Miss.